Con el título de "Holocaust Spinoff.
Justifying the Big Whopper with a Little One" (Un
Subproducto del "Holocausto".
Justificando la Gran Mentira con Una Pequeña), el siguiente breve artículo que
ofrecemos en castellano fue publicado en la desaparecida revista estadounidense
Instauration (vol. 4 Nº 7, Junio de
1979), sin nombre de autor. El título que aquí lleva, más explícito,
corresponde al que le diera el sitio nationalvanguard.org
que lo republicó hace poco, y el texto hace hincapié en otra mentira que creció
con el tiempo y que no se corroboraba desde un primer momento, la de los
muertos durante la así llamada Noche de
los Cristales Rotos, suceso que ocurrió en Alemania en Noviembre de 1938 y
del cual presentaremos en otra entrada un artículo investigativo más detallado.
Revista Instauration
Junio
de 1979
Proceder desde la macro-mentira del "Holocausto"
a la micro-mentira de la Noche de los Cristales es un interesante
viaje de investigación acerca de la mecánica de la propaganda racial. En los
reportes de prensa que describieron la rememoración del aniversario Nº 40 del
famoso arrebato (10 de Noviembre de 1938) contra la judería alemana, provocado
por el asesinato de un diplomático alemán en París por parte de un judío
polaco, la Associated Press afirmó solemnemente:
"91 judíos fueron muertos en los
ataques, que presagiaron el exterminio de 6 millones de judíos europeos en
campos nacionalsocialistas de la muerte durante la Segunda Guerra
Mundial".
Entretejer una falsedad gigantesca con una
diminuta es una técnica no desconocida por la profesión de los medios de
comunicación o por los barones Munchausen de la Avenida Madison [centro
de la industria publicitaria en la ciudad de Nueva York]. Si la premisa
principal de Seis Millones es aceptada, ¿quién podría oponerse a añadir 91
cuerpos más?. ¿Quién recordaría, o se atrevería a recordar, que la prensa
mundial que estuvo difamando a Alemania con historias de atrocidades durante
cada segundo de la Kristallnacht, incluso durante días, entre todo el
millón de palabras, cablegrafiadas, difundidas por radio y enviadas alrededor
del mundo, ni una sola pieza de evidencia creíble fue presentada acerca de que
los nacionalsocialistas hubieran asesinado a un solo judío?.
Volvamos al otoño de 1938 y a los reportes
originales del New York Times, que dieron más espacio a dicho
acontecimiento que cualquier otro periódico en Estados Unidos o en el mundo.
• 10 de Noviembre — El
primer informe en el NY Times, la transmisión radial de
un reportero no identificado, dijo que la sinagoga más grande de Berlín estaba
en llamas y que los vándalos estaban actuando en el "elegante distrito comercial del extremo Oeste".
La única violencia física reportada era un ataque contra un no-judío por
protestar por el daño a un almacén por departamentos.
• 11 de Noviembre — Un artículo
de primera página a tres columnas escrito por Otto Tolischus, el corresponsal
extranjero del Times en Berlín, no reportó ninguna violencia sino que
comunicó la historia de que un informador anónimo había presenciado una golpiza
contra un judío. Tolischus confinó la mayor parte de su reporte a una extensa y
detallada información de la quema, saqueo o destrucción de varias sinagogas y
empresas. Otra historia en el Times, fechada en Viena, hablaba de que de
21 sinagogas, 18 habían sido quemadas, de "judíos atacados y golpeados" y de 15.000
detenidos. En "pánico
y miseria... se reportó que aproximadamente 50 judíos, hombres y mujeres,
habían intentado suicidarse; aproximadamente 20 lo consiguieron".
El informe seguía describiendo cómo dos judíos en una sinagoga fueron heridos
por una explosión de dinamita. Ningún nombre de las víctimas fue dado, ni
identificada ninguna de las sinagogas.
Un mensaje despachado desde
Frankfurt-am-Main decía: "Los
agresores, sin embargo, parecieron haberse abstenido de ataques corporales.
Ellos no tocaron a los judíos, pero destruyeron su propiedad". Las
tiendas poseídas por judíos estadounidenses "no fueron molestadas". Un resumen de reportes
de otras 13 ciudades alemanas indicaba que tiendas y sinagogas fueron destruídas,
pero no contenía ni una sola acusación de algún judío agredido. En la misma
edición, el principal editorial del Times simpatizaba con el asesino
Herschel Grynszpan, pero ninguna afirmación fue hecha de alguna matanza, sino
sólo de "una cantidad de judíos
golpeados" y de una "ola de suicidios" en Viena.
• 12 de Noviembre — La
principal historia de Tolischus se refería a suicidios de judíos, pero todavía
enfatizaba que Ernst vom Rath, el diplomático alemán (irónicamente un
no-nacionalsocialista), era aún la única víctima fatal. En otra parte en el
periódico fueron reimpresas partes de editoriales de 17 diarios de grandes
ciudades estadounidenses. Sólo el Washington Post insinuó alguna matanza,
comparando la Noche de los Cristales con la masacre del Día de San
Bartolomé en Francia en 1572. De hecho, en toda la prensa mundial las únicas
acusaciones específicas de asesinato —y aquéllas se limitaron a un solo judío—
aparecieron en un periódico británico. La tendencia de la mayor parte de los
comentaristas, incluyendo los reporteros del Times, era que el "pogrom"
había sido organizado por el ministro de Propaganda Goebbels. El NY Times
publicó un desmentido de Goebbels, en el cual él dijo que si él hubiera
organizado el asunto, hubiera habido 700.000 personas en las calles, no "unos
pocos miles". Goebbels siguió insistiendo en que "apenas algún
judío resultó herido". Tolischus escribió: "Los excesos
anti-judíos... parecieron haber cesado tan prontamente como comenzaron".
En un informe del Times acerca del
discurso del ministro bávaro del Interior, Adolf Wagner, se mencionó la muerte
de un judío polaco llamado Joachim Both, un comerciante. Pareció haber alguna
confusión sobre los hechos. Una versión decía que Both había sido muerto cerca
de su tienda mientras protestaba por las amenazas de muchachos
nacionalsocialistas. Otra decía que él había sido baleado en su departamento.
No había ninguna prueba de que algún miembro del Partido Nacionalsocialista hubiera
hecho los disparos, los que podrían haber sido obra de un criminal común.
El Times de la misma fecha también
publicó un despacho desde Múnich de que "varios miles de judíos
ancianos de Múnich habían sido liberados el 11 de Noviembre, un día después de
su detención". Un resumen de la reacción de la prensa extranjera en la
misma edición no contenía ninguna alusión a algún judío muerto. En Nueva York
hubo una protesta pública contra Hitler, donde intervino el Fiscal de Distrito
Thomas Dewey y el ex-gobernador Al Smith. Violentos ataques fueron hechos contra
alemanes y el Times
imprimió los discursos en su totalidad. Pero ni Smith ni Dewey llegaron tan
lejos como a afirmar una sola muerte judía.
• 13 de Noviembre — La
primera acusación pública de que habían sido asesinados judíos apareció en los
carteles de manifestantes fuera del consulado alemán en Nueva York, 70 miembros
de la Liga Estadounidense por la Paz y la Democracia (que en ese
entonces apoyaba las purgas de Stalin de decenas de miles de trotskistas y
otros intelectuales judíos en Rusia). La mayor parte de las historias de
atrocidades en el Times emanaba ahora de Checoslovaquia, no de Alemania.
Pero incluso aquéllas todavía enfatizaban las golpizas y humillaciones sin
mencionar muertes. En un editorial del Times se hicieron veladas
sugerencias de que los ataques alemanes estuvieron "dirigidos a vidas judías", pero ningún dato concreto fue
entregado. El Times también imprimió una declaración conjunta de
diversas organizaciones judías estadounidenses que condenaba las acciones
nacionalsocialistas contra judíos, pero no aludía a la violencia.
• 15 de Noviembre — El Times reportó que un avión de
pasajeros de los Países Bajos que llevaba refugiados de Alemania a Holanda, se
estrelló cerca de Amsterdam, matando a la tripulación de 6 personas, así como a
8 pasajeros judíos. Otros doce pasajeros judíos resultaron heridos. Todos
estaban abandonando Berlín.
• 19 de Noviembre — Un
despacho desde Berlín al Times afirmaba que "casos registrados" en una "oficina diplomática" no
identificada de un país extranjero en Alemania afirmaban que cuatro judíos
fueron muertos durante la Noche de los Cristales. Los nombres de los
judíos fueron dados y las muertes supuestamente habían ocurrido en cuatro
pequeñas ciudades alemanas ampliamente dispersas. Mientras tanto, según el NY
Times, los periódicos británicos afirmaban que 200 judíos habían sido
ejecutados en Buchenwald. Eso fue negado como "absurdo" por otras fuentes.
• 1º de Diciembre — El Times,
relatando purgas internas dentro del Partido Nacionalsocialista, dijo que la
policía alemana había proferido acusaciones contra algunas personas para robar
propiedad judía. Doce alemanes fueron encarcelados y se les dio 6 meses en un
campo de concentración.
• 2 de Diciembre — Otra "ola de suicidios" entre
judíos fue reportada. Esta vez en Berlín, no en Viena. El Times publicó un informe de la
AP en cuanto a que "los
rabinos trabajaron horas extras conduciendo funerales". Los
propios reporteros del Times
escribieron que Grynszpan, en su audiencia preliminar ante un tribunal francés,
declaró que él no había tenido la intención de matar a Vom Rath; él sólo quería
herirlo para llamar la atención hacia la difícil situación de los judíos
polacos en Alemania. Grynszpan insistió en que la tarjeta postal que él había
recibido de sus padres anunciando su deportación a Polonia desde Alemania tras
la expiración de sus visas, lo llevó a cometer su desesperado acto. (Es
interesante que cinco años después de que Hitler asumiera el poder, los judíos
polacos todavía estaban tratando de quedarse en Alemania, más bien que volver a
su Polonia natal).
• 24 de Diciembre — El NY
Times imprimió un mensaje de la AP en el sentido de que judíos estaban
siendo enviados a casa a razón de varios cientos diariamente desde campos de
concentración. 900 judíos fueron liberados de Dachau en un día, después de
haber sido detenidos seis semanas antes. Otra historia tenía relación con una
atronadora condena contra Alemania firmada por prelados de todas las
denominaciones cristianas estadounidenses. Se creía que ésa era la primera vez
que todas las Iglesias cristianas se habían unido en una declaración formal en
torno a un asunto de "interés
mundial". La declaración resumía el daño a la propiedad,
quema de sinagogas y castigo de masas, pero evitó escrupulosamente mencionar la
matanza de un solo judío.
• 30 de Diciembre — El Times
reportó desde París que la tía y el tío de Grynszpan, quienes habían
cobijado a su sobrino, fueron condenados a cuatro meses en la cárcel por
albergar a un extranjero ilegal. Se ordenó también que ambos fueran procesados
por cargos criminales, junto con su sobrino.
Una comprobación de las historias de
agencias noticiosas durante el mismo período revela una versión condensada del
mismo reportaje que apareció en el NY Times. Ni la Associated Press
ni la United Press en los días que siguieron a la Noche de los Cristales hicieron alguna acusación directa
de muertes judías, sino sólo unos pocos reportes referidos a judíos agredidos o
molestados. Había, sin embargo, alguna mención de ventanas rotas en tiendas
judías en Kassel, de daño a la propiedad sufrido por judíos alemanes y
extranjeros, particularmente judíos británicos, y de la multa monetaria
impuesta a los judíos por Goering. Una historia de primera plana del
corresponsal extranjero de la AP Louis Lochner, hablaba de nuevas imposiciones
contra los judíos y condenas a campos de concentración, pero ni una sola
palabra sobre la matanza de algún judío en alguna parte.
Una historia de la Associated Press del
14 de Diciembre reveló cómo los judíos estaban siendo expulsados de colegios y
universidades, a los cuales ellos habían estado asistiendo gracias a un sistema
de cuotas desde 1935. En una historia había una velada alusión a que Grynszpan
era un asesino contratado por misteriosos británicos para socavar los Acuerdos
de Múnich y al gobierno de Chamberlain. La AP también señaló que Noviembre de
1938 marcaba 31 meses continuos de la lucha árabe-judía en Palestina, que en
los últimos cuatro meses había producido 2.458 bajas. Cuando ocurrió la Kristallnacht
20.000 soldados británicos en Tierra Santa estaban ocupados tratando de
reprimir una rebelión que duraba ya una semana.
* * * *
Después de que los reportajes de prensa y
los editoriales se habían debilitado en la memoria, comenzaron a aparecer
artículos, libros y ensayos sobre la Noche de los Cristales. Uno de los
primeros fue Gobiernos de Europa (MacMillan, 1940), que más tarde se
convirtió en el manual educativo del Ejército estadounidense EM 254. En el
volumen uno, en un segmento titulado "Gobierno y Política en Alemania" (pp.
506-507), Karl Loewenstein, un refugiado de Múnich y posteriormente profesor de
ciencias políticas en Amherst, escribió:
«En Abril de 1938,
sobre la base de una autorización bajo el Plan de Cuatro Años, toda la
propiedad judía dentro y fuera de Alemania tenía que ser registrada ante las
autoridades. El objetivo de ese enorme inventario se hizo evidente cuando, en
Noviembre de 1938, un joven judío polaco, desesperado por la expulsión de sus
padres desde Alemania, mató a un empleado de la legación alemana en París.
Comenzando durante la noche del 9 al 10 de Noviembre, por todas partes de
Alemania y Austria ocurrió un "brote espontáneo de la ira de la
gente".
«Organizado por el
Partido, la Gestapo y el Ministerio de
Propaganda, tropas de la Juventud Hitleriana, conducidas por miembros de la SA
y la SS, o por sus profesores escolares, destruyeron sistemáticamente cada
tienda y almacén judío en cada ciudad y pueblo, quemaron y dinamitaron cada
sinagoga en Alemania y Austria —528 en total—, profanaron los rollos santos, y
maltrataron a los rabinos. Las casas judías fueron sistemáticamente saqueadas y
destruídas. Desde la quema y el saqueo de ciudades conquistadas durante la
Guerra de los Treinta Años, ningún acto similar de vandalismo oficial ha sido
registrado. Aproximadamente 70.000 judíos de todas las edades fueron lanzados
en campos de concentración, los cuales, en los meses siguientes, mostraron un
índice de mortalidad sin precedentes».
A pesar de las incendiarias acusaciones de
Loewenstein, él no afirma la muerte de un solo judío durante el "pogrom", que
oficialmente duró de las 3:00 AM del día 9 hasta las 17:00 hrs. del 10 de
Noviembre.
Un libro, Crystal Night, escrito
por dos judíos franceses, Rita Thalmann y Emmanuel Feinermann, fue publicado en
inglés (Coward, McCann y Geoghegan, 1974) después de aparecer originalmente en
Francia en 1972 bajo el título de La Nuit de Crystal. Las organizaciones
judías afirman que ése es "la única
descripción completa" del acontecimiento. Los autores dicen que varios
judíos fueron muertos, pero no dan ninguna prueba concreta o creíble para
apoyar su aseveración. Ellos dicen que hubo varios suicidios judíos. Ellos
también dicen que el Tribunal Supremo del Partido Nacionalsocialista juzgó y
castigó a personas acusadas de tres asesinatos.
Los autores citan informes de los cónsules
estadounidenses en Leipzig y Stuttgart que describían el daño sustancial a la
propiedad y mucho del abuso a judíos, pero que no contenían nada sobre ninguna
muerte. En cuanto a Grynszpan, los autores nos dicen que su procesamiento en
Francia fue pospuesto una y otra vez, y todavía no había tenido lugar cuando
los alemanes invadieron Francia en Mayo de 1940. Finalmente, el 18 de Julio de
ese mismo año, las autoridades francesas entregaron a su prisionero a los
alemanes. Él entonces fue sometido a "un
interrogatorio relativamente suave por la Gestapo" antes de ser
transportado a Sachsenhausen, donde se le dio "tratamiento preferencial" antes de ser transferido a una
prisión de Berlín. Su juicio nunca realmente ocurrió, aunque fuera programado
para varias fechas en Febrero y Mayo de 1942. Como escribe el profesor James J.
Martin,
«Lo que le pasó a Grynszpan no es
seguro. Los miembros de su familia y algunos simpatizantes afirman que él fue
muerto por los alemanes, mientras que otros han sostenido que él sobrevivió a
la guerra, asumió una identidad falsa y desapareció en el caos de la Europa de
posguerra o emigró, ambas rutas tomadas por un contingente sustancial de gente
posteriormente catalogada como "ejecutada" o fallecida a consecuencia
de diversas circunstancias» (vea The Saga of Hog Island, 1977, p.
206).
John Toland en su libro Hitler
(1976) afirma que 36 judíos fueron muertos durante la Noche de los Cristales, pero no cita ninguna fuente de ninguna
clase. Como la mayoría de otros escritores interesados en el asunto, él se
ocupa casi exclusivamente del daño a la propiedad y del transporte de judíos a
campos de concentración. Toland reduce el total de Loewenstein de sinagogas
devastadas de 528 a 91, y pone el número de almacenes y tiendas judías
arruinados en 814, y el número de casas judías destruídas en 171. Él afirma que
sólo 20.000 judíos fueron enviados a campos, no 70.000.
Charles C. Tansill en su libro Back
Door to War (1952) habla de la Noche de los Cristales (pp. 436-437),
pero sólo menciona el daño a propiedades y la quema de sinagogas. Él no dice
nada sobre violencia física. Esto es típico de la mayoría de las historias
diplomáticas del período. Ellas uniformemente no alegan que algún asesinato
fuera cometido.
William Shirer en su libro Ascenso y
Caída del Tercer Reich relata que muchos judíos fueron muertos durante el
alboroto de la Noche de los Cristales. Pero Shirer puede difícilmente
ser tomado en serio. Después del asesinato de Heydrich, el jefe
nacionalsocialista de Checoslovaquia en 1942, Shirer aumentó el número de los
conspiradores muertos en un sótano de una iglesia de Praga de 7 a 127.
Para resumir, la propaganda de la Noche
de los Cristales, si uno o dos judíos desubicados perdieron su vida antes,
durante o después del acontecimiento, ninguna prueba ha sido presentada alguna
vez que fuera debida a causas políticas y por lo tanto parte esencial de la
política nacionalsocialista. Los esfuerzos de matones comunes para sacar
ventaja de la situación casi nunca son tratados por reporteros o escritores, y
la extrema vaguedad y tardanza de las acusaciones hacen del caso entero algo
muy sospechoso, tal como el fracaso en aparecer con acusaciones específicas. Es
incluso bastante probable que los supuestos suicidios judíos hayan sido
convertidos, con el paso del tiempo, en asesinatos atribuídos a los "nazis".
Incluso yendo mucho más allá del 10 de Noviembre, el total de muertos judíos
que se afirma es de cinco. Cuatro de esas víctimas estaban basadas en un rumor de
tercera mano, mientras que la quinta podría haber sido muerta durante un robo a
mano armada.
Con lo que estamos enfrentados aquí no es
nada más que con el habitual descaro de los judíos y su desprecio por la
Historia, respaldados por su conocimiento de que ellos están a salvo de la
crítica y de la amenaza de contradicción. El despacho de la AP que declara que "91 judíos" fueron
muertos por los nacionalsocialistas durante la Noche de los Cristales tomará probablemente su lugar
junto con los "seis millones" como otro ejemplo de la irresponsable
repetición de los medios de comunicación que convierte cifras altamente
cuestionables en hechos incuestionables.
Nota: Un irritado miembro
de la revista Instauration preguntó
a la Associated Press dónde ellos habían obtenido la cifra de "91 muertes", puesto que ella nunca
apareció en informes de la AP archivados durante y después de la Kristallnacht.
Él recibió una cautelosa respuesta de Keith Fuller, el presidente y gerente
general, que escribió:
"He
consultado con nuestra gente en Alemania y ellos me informan que la fuente para
dicha cifra fue Heinz Galinski, el presidente de la comunidad judía en Berlín
Oeste".
Es la aceptación
mansa y falta de sentido crítico de tales corruptas pruebas la que ha
convertido a los medios estadounidenses de comunicación en la fábrica de
mentiras más gigantesca de la Historia.–
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