James Gregory Delaney, un estadounidense californiano nacionalista, en
este breve texto de 2013 anota sus impresiones y algunos recuerdos y
experiencias suyos en relación a los mejicanos en California, cuya conducta al
parecer deja mucho que desear y es más bien ofensiva, la cual ha sido preparada
y adoctrinada por ya se sabe quiénes. Lo hemos traducido del mismo sitio que
todos los otros que hemos venido presentando de él.
Ellos se llaman a sí mismos "La
Raza". Y esa raza de piel morena, ojos marrones y pelo negro de
detestables hipócritas se está apoderando del Sudoeste de Estados Unidos. Usted
puede llamarlos mejicanos si usted quiere ser agradable con la gente que lo
odia a usted, pero si usted es un hombre Blanco o un negro estadounidense, los
mejicanos odian vuestras entrañas a espaldas suyas mientras le sonríen en su
cara.
Toda una sala llena de gordos mejicanos
fue baleada por un trabajador negro, matando a tres e hiriendo a siete, hace
sólo unos pocos años [Octubre de 2011] en la planta de cemento Kaiser-Permanente
aquí en Cupertino, California. Y qué bueno que se fueran, también.
Ese negro estadounidense había sido un empleado que trabajó duro y que fue leal
en la planta durante una buena parte de su vida adulta. Pero los mejicanos
querían el puesto de trabajo de él. Entonces ellos, gracias a un tecnicismo,
lograron que fuera despedido. Él fue a la reunión de esos estúpidos y gordos
mejicanos y los mató a casi todos. Pero lamentablemente matar a un mejicano es
ilegal en California, de manera que en vez de dar a ese dolido
afro-estadounidense una provisión para toda la vida de Nachos y
frijoles, los policías lo mataron a tiros.
Arrebatar vuestro puesto de trabajo y
dárselo a otro mejicano ha sido la práctica estándar de esos sucios indios
mestizos durante muchos años. Si usted mira a los obreros de la construcción,
los trabajadores de restaurantes y los trabajadores de oficina en este Estado,
usted encontrará sobre todo mejicanos. Éste es el resultado de las políticas
racistas que los judíos han impuesto sobre Estados Unidos con perversiones de
la justicia tales como la Acción Afirmativa [discriminación inversa], un
eufemismo para substituír a calificada gente Blanca con razas de color menos
calificadas y extranjeros. Quítele el empleo a un Blanco, y él tendrá que tomar
dinero prestado de los judíos: ésa parece ser la verdadera intención de esas
leyes racistas anti-Blancos. Así es cómo funciona en California.
Una vez que un mejicano (o un hindú, o un
musulmán, o el extranjero que fuese) consigue alguna posición de autoridad,
ellos inmediatamente contratan a más gente de su clase, y deliberadamente
excluyen a los empleados Blancos. La ley de inmigración que el actual traidor
Congreso está tratando de aprobar realmente sanciona con una multa de 5.000
dólares a los empleadores que contratan a un estadounidense en vez de un
mejicano. Sí, Estados Unidos está bajo ataque y nuestros traidores congresistas
son parte del problema.
Pero no se requieren leyes para echar al
hombre Blanco fuera de nuestro propio país. Incluso el mejicano más vil puede
hacerlo, por lo general trabajando mediante su mentalidad mejicana de pandilla.
El truco consiste en hacer que vuestro trabajo sea una experiencia tan
desagradable que usted se marche. Entonces los mejicanos que trabajan con usted
traen a uno de sus primos o amigos para llenar el que había sido vuestro lugar.
Esos enanos mentales hacen eso simplemente
mediante el acoso y una malicia hosca y apenas disimulada. Ellos provocan
desórdenes de manera que usted tenga que arreglarlos o no le dan a usted sino
problemas. Uno le causa problemas a usted o roba algo de vuestro escritorio en
el trabajo y todos los otros mejicanos lo encubren. Se trata de una
conspiración mejicana. Ellos hacen tan antipático el ambiente de trabajo que
usted renuncia. Entonces un mejicano toma vuestro puesto de trabajo.
Un amigo mío estaba desempleado en la
industria de la construcción. Él decidió que, dado que los mejicanos ilegales
hacían 10 dólares por hora como jornaleros, él lo intentaría por sí mismo. De
ese modo, él esperó fuera de un local de Home Depot junto con numerosos
mejicanos que esperaban que un contratista los contratase. Media docena de
trabajadores mejicanos ilegales fanfarronearon frente a él y le dijeron: "Usted
no puede estar aquí en busca de trabajo. Éste es nuestro trabajo, y usted está
tratando de quitárnoslo". Él contestó que él tenía un mejor derecho a
trabajar que el que ellos tenían, ya que él era un estadounidense y ellos eran
extranjeros ilegales. Esos mejicanos lo atacaron y lo dejaron con moretones,
con su cara sangrante, le soltaron sus dientes y lo dejaron tirado. Entonces
ellos escaparon mientras los otros mejicanos que esperaban trabajo no vieron nada.
¡Cuarenta mejicanos vieron todo el asunto, pero no hubo ningún testigo!.
Si usted es un hombre Blanco que sólo se
ocupa de sus propios asuntos y va de compras, los mejicanos pondrán clavos bajo
los neumáticos de vuestro automóvil o lo vandalizarán. Usted no tiene que ser
un Blanco: sólo tiene que ser cualquier cosa salvo mejicano y ellos harán que
vuestro trabajo sea tan detestable que usted se vaya para que así ellos puedan
tomarlo.
Los mejicanos en posiciones de autoridad
contratarán sólo a otros mejicanos para ocupar las vacantes en los trabajos. De
ese modo, poco a poco, la fuerza laboral en California y el Sudoeste entero se
ha hecho casi completamente mejicana. La gente Blanca no puede encontrar
trabajo, de modo que ellos se trasladan a otra parte, dejando el Sudoeste de
Estados Unidos cedido a Méjico.
Usted podría pensar que los jefes
administrativos gubernamentales tienen poco poder. Pero los funcionarios
mejicanos en lugares como los hospitales de California, los Departamentos de
Salud Familiar y de Servicios Humanos en California y el Valley Medical
Center, tienen el poder de vida o muerte sobre los pacientes Blancos y los
desempleados Blancos.
Si usted es una persona Blanca que busca
ayuda médica, usted encontrará que los secretarios mejicanos, que manejan
vuestras solicitudes y otros documentos, rutinariamente ponen vuestros papeles
en el fondo del montón. Cuando dichos papeles aparecen para ser considerados,
los secretarios los vuelven a poner en el fondo. Usted encontrará que aquellos
documentos son completados en un par de días para los mejicanos, pero a una
persona Blanca le toma tres o cuatro meses para que sean finalmente tramitados,
y entonces, sólo si usted así lo suplica.
Los secretarios administrativos mejicanos
encuentran rápidamente oportunidades para mejicanos enfermos que no han pagado ni
un centavo en impuestos para conseguir el tratamiento médico, pero si usted es
una persona Blanca que se retuerce de dolor, ellos simplemente parecen no encontrar
ninguna cita con el médico durante al menos seis semanas. Y cuando usted
aparece para la largamente necesitada cita, para empeorar su ya mala salud por
la tardanza, ellos simplemente no pueden encontrar ningún registro de ello. De
este modo, pasarán otras seis semanas, si es que usted solicita otra cita. Los
funcionarios mejicanos literalmente tienen el poder de la vida y la muerte
sobre la gente Blanca que entra en los hospitales de California, simplemente
retrasando su asistencia médica o extraviando sus citas con el médico.
¿Quiere que le cambien el aceite en su
automóvil? Si usted es Blanco, entonces los mejicanos que trabajan en la
estación local de Quickie Oil Change pondrán un cuarto de galón extra, de
modo que los sellos en su motor se revienten. Con los sellos reventados, su
motor es destruído, ¿y qué prueba existe en cuanto a la causa? O el mejicano en
la estación de revisión técnica no aprobará vuestro automóvil debido al más
diminuto defecto visible.
Los mejicanos en los restaurantes de comida
rápida, de manera rutinaria y sistemática escupen sobre vuestra hamburguesa o
en el batido de leche que usted pide a los cocineros mejicanos, si usted es
Blanco. Un policía de origen mejicano le dará a usted direcciones incorrectas
si usted está perdido.
Hacer que el estadounidense Blanco pierda
el tiempo y aumente sus gastos, es la sutil estrategia practicada por estos
enemigos subversivos de Méjico. Aquéllos todos son mejicanos a quienes Estados
Unidos y los estadounidenses les han conseguido buenos empleos y asistencia
social gratis, pero ellos nos odian porque ellos son La Raza y nosotros
somos la gente Blanca.
En Méjico, el gobierno mejicano imprime
libros de historietas en castellano, enseñando a los estúpidos mejicanos cómo cruzar
la frontera, y dónde encontrar comida y agua, colocadas en los pasos de
frontera por judíos y liberales y otros traidores. El gobierno mejicano anuncia
en la radio mejicana cómo conseguir vales de comida, cómo inscribirse para
servicios médicos gratis y cómo evadir la ley estadounidense.
El dinero enviado al gobierno gángster
de Méjico por mejicanos ilegales en Estados Unidos, está en segundo lugar
después del dinero que Méjico hace por su industria petrolera. Mediante sus
acciones, el gobierno de Méjico está actualmente declarando la guerra a Estados
Unidos. Pero es una guerra encubierta, llevada a cabo de manera sigilosa y
mediante el engaño y la subversión.
A nosotros los estadounidenses, los judíos
que poseen los medios de comunicación de nuestro país nos lavan el cerebro,
diciéndonos que todo está bien aunque nuestra nación esté siendo
deliberadamente destruída por los judíos y por los enemigos extranjeros que los
judíos han importado tanto por medio de la inmigración legal como por la
ilegal.
Del mismo modo, los judíos poseen y
controlan los medios mejicanos de comunicación, enseñándoles a los mejicanos
que los estadounidenses Blancos son sus enemigos y que el apoderamiento del
sistema estadounidense está bien porque Estados Unidos realmente "fue
descubierto por mejicanos" y pertenece a Méjico.
El hombre más rico en Méjico es un judío
mejicano [Carlos Slim Helú] que posee los medios mejicanos de comunicación. De
este modo, usted puede estar seguro de que lo que los mejicanos ven y oyen en
sus radios y televisión, está en colusión con los medios judíos estadounidenses
de comunicación, para enseñarles cómo tratar a los gringos. Los
mejicanos no son lo bastante listos para confabularse con tal malicia judía tan
cuidadosamente escondida. Ellos han sido entrenados y educados por los judíos
de Méjico antes de que ellos incluso pongan el pie en la frontera. "Esconde
tu odio" es una técnica judía para traicionar a la Humanidad.
Los mejicanos se quejan por cuán duro
ellos trabajan por tan poca paga, aunque su salario en Estados Unidos sea diez
veces lo que ellos ganan en Méjico. En cuanto al trabajo duro, usted puede
verlos holgazanear en las obras de construcción, moviéndose como mejicanos
—lentamente— y trabajando como mejicanos —lentamente—; pero ellos gimen como
judíos, tratando de que usted sienta pena por ellos y les dé más de todo.
El racismo de La Raza es alabado
como una virtud mejicana, mientras ellos abogan por apoderarse del Sudoeste
entero de Estados Unidos como una provincia del Norte de Méjico. Realmente, los
mejicanos ya han rebautizado al Sudoeste de Estados Unidos como Aztlán. Ellos
tienen la intención de hacerlo una parte de Méjico, de modo que la gente Blanca
no tiene ninguna relevancia. Ellos ya han declarado eso en sus sitios web
políticos. Véalo por usted mismo. Sólo busque en Internet "La
Raza" o "Aztlán" y compruebe cuán estúpidos
subversivos son los mejicanos.
Los traicioneros criminales que controlan
el Gobierno de Estados Unidos son culpables de todo esto. Los congresistas han
traicionado a nuestro país y a nuestra gente, uniéndose con los Comunistas
Internacionales y capitalistas judíos para derrocar el país con la inmigración
ilimitada. ¿Cómo puede usted tener un país si la población es sustituída por
extranjeros? Ésta no es ni siquiera una inmigración de gente en el país que
quiere ser estadounidense; ésta es una inmigración de enemigos. Los judíos
están llenando nuestro país de enemigos. Los mejicanos, chinos, musulmanes,
africanos, hindúes y cada otro tipo de gente que no es europea, son enemigos
tanto en sus objetivos como en sus acciones.
El examen de inmigración estadounidense
para la ciudadanía pone la vara tan bajo que incluso alguien que ni siquiera
puede hablar inglés es capaz de memorizar las respuestas simples y estúpidas de
nivel de tercer grado de escuela primaria de las preguntas del examen. Conozco
chinos que se hicieron ciudadanos contestando de memoria. Ellos sólo imitaron
de sus entrenadores chinos las respuestas a las preguntas, y con un inglés muy
imperfecto y apenas inteligible aún así pasaron la prueba administrada por
judíos.
Pero los mejicanos ni siquiera tienen que
convertirse en ciudadanos porque los traidores en el Congreso les permiten
quedarse no importa cuál sea su status; incluso los violadores y los asesinos
de Méjico no pueden ser deportados bajo nuestro actual sistema de la traición
de la inmigración. El pueblo estadounidense ha sido traicionado por nuestros
congresistas, miembros del Congreso que deberían ser colgados más bien que
reelegidos.
A los traidores les gusta usar el slogan
de que "los mejicanos hacen el trabajo que los estadounidenses no
quieren hacer". Pero antes de que llegaran las hordas mejicanas, los
céspedes de Estados Unidos estaban cortados, las hamburguesas y la comida frita
eran perfectamente preparadas y los restaurantes eran un buen servicio con
camareros y camareras que eran estadounidenses. Hacíamos nuestro propio
trabajo. Pero los traidores en el Congreso nos dieron subsidios de cesantía y
asistencia social de modo que pudiéramos sobrevivir mientras nuestro país
estaba siendo invadido por la subversión extranjera, mientras los judíos en los
medios de comunicación nos mienten y nos dicen que todo es simplemente
maravilloso y que no hay de qué preocuparse.
A los traidores les gusta usar el slogan
de que "Estados Unidos fue construído por inmigrantes". Pero
esa mentira esconde el hecho de que Estados Unidos fue construído por el genio
y el trabajo duro de inmigrantes Blancos europeos, y ciertamente no por los
tontos de Méjico. Sin embargo, los tontos de Méjico no podrían apoderarse del
país sin ayuda. Ellos están recibiendo entrenamiento político de alguna parte.
Ellos entran en este país ya llenos de odio contra Estados Unidos y contra la
gente Blanca, los "gringos", como ellos nos llaman.
Cuando usted mira para ver quiénes son los
que promueven la creciente inmigración y quiénes son los que defienden a los
extranjeros ilegales de la deportación, y quiénes son los que luchan contra los
estadounidenses patrióticos que defienden nuestro país y nuestra gente, usted
encontrará que esos que se oponen a la verdad y a la justicia son casi todos
judíos. Los judíos están en el fondo de todos nuestros problemas, los judíos de
Estados Unidos unidos con los judíos de Méjico.
Lo mismo es verdadero en cuanto a quién
está destruyendo Europa con la inmigración musulmana y africana, todo traído a
usted por los judíos. La inmigración es sólo otro instrumento de los judíos
para destruír la cultura Blanca, occidental y cristiana.
Jesús y Hitler ambos dijeron la Verdad
sobre los judíos. Los judíos han traicionado a cada país en el cual se les ha
permitido alguna vez vivir. Los judíos son demonios. Los judíos han traicionado
a Estados Unidos.–
Interesante Articulo, Pues Expone La Masiva Inmigración Y El Fatidico Resultado De Los Ilegales En USA.
ResponderEliminarAunque Soy Mexicano, Entiendo Un Poco La Posicion Del Autor (Gregory) Que Escribe Esto, Ya Que Los Ilegales Como El Dice, Desean Casi Todo Gratuito Y Demas Esta, Que Esa Repugnante Actitud Hacia Los Propios 'Gringos', En Su Propio País, Es Detestable Pues Esa Mentalidad Es Digna De Un Estupido E Ignorante.
No Todos Los Mexicanos Somos Así En Nuestro Propio País.
Gracias Por Tan Notable Articulo Amigos.